La mediación logró resolver con éxito más de 500 casos de remates en seis años
La Asociación para la Defensa de la Vivienda Unica (Adevu) logró resolver favorablemente en los últimos seis años 567 casos de remates de inmuebles gracias a la mediación, un procedimiento voluntario mediante el cual un tercero neutral conduce una negociación para llegar a buen puerto .
Esa herramienta se convirtió en el estandarte por el cual Adevu logró zafar del martillo a gente que corría serio riesgo de perder su techo. La entidad nació en 1999, a la sombra de las crisis económicas que padeció el país. Su objetivo es brindar asesoramiento a las familias de clase media deudoras de créditos hipotecarios, obligaciones tributarias, tasas o servicios, cuyas viviendas familiares quedaron con sentencia firme de remate tras litigios judiciales desfavorables.
La tarea creció y hace varios años adoptó el sistema de mediación entre damnificados y acreedores, una herramienta que logró buenos resultados: en seis años intervino en 756 conflictos, logrando resolver exitosamente 567 casos.
La mediación se transformó en una herramienta fundamental en la resolución de conflictos y llega para evitar tener que afrontar juicios desgastantes. El procedimiento es voluntario, confidencial y económico en ahorro de tiempo y costos. Es tan efectivo que muchos jueces apelan a él antes de tomar alguna medida.
Un salvavidas. Con la intención de poner freno a los remates y aliviar procesos angustiosos, sobre todo por el grado de conflictividad social que acarrean, Adevu hizo presentaciones ante la Corte, activó mecanismos jurídicos y apeló a la conciencia de acreedores y compradores para sortear las subastas. Pero era necesario algo más.
"El fundamento que primó en nuestra institución es que las deudas se deben pagar, pero lo justo. Vimos mafias detrás de los remates, eso nos hizo pensar que hacía falta un trámite previo para no llegar a esa instancia. Debíamos enfrentar a las llamadas ligas de compras", señalaron Marcelo Bonini y Ana Marra, fundadores de Adevu.
Así pusieron en marcha la mediación y en 2001 intervinieron en un caso que fue bisagra: el acreedor era el Banco Municipal, que había iniciado un juicio de ejecución hipotecaria por deudas que tenía un cliente. Pero con buen tino la entidad aceptó un plan de pago propuesto por el deudor a través de una nota que envió Adevu. "Eso nos hizo pensar que se podía profundizar el tema", explicó Bonini a La Capital.
Ya en 2005 otro caso que se presentaba difícil tuvo un final feliz. "Se logró que el acreedor le diera otra vivienda a una persona que había perdido su casa en el remate", remarcó Marra, quien trabaja en el seno de la entidad justamente en las mediaciones.
(Fuente: lacapital.com.ar)
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