Miembros de la comunidad gitana y criollos llegaron a un acuerdo de convivencia a través de la mediación
Ruidos y borracheras son los motivos principales de conflictos vecinales. El Centro de Mediación Comunitaria recibe diez denuncias cada mes. Es una herramienta para la solución de problemas por fuera del sistema judicial y compromete al ciudadano en la construcción de vínculos democráticos
Los ruidos molestos, las borracheras escandalosas, las disputas por medianeras y las filtraciones de agua constituyen las razones más frecuentes de conflictos en los barrios, según los registros del Centro de Mediación Comunitaria de la provincia, que recepciona de ocho a diez casos por mes de denunciantes que solicitan asistencia para sus problemas de manera voluntaria y gratuita.
Algunos ya arribaron a una solución exitosa, como fue el caso de las vecinas María y Nidia de la zona Sur de la ciudad Posadas, que mantenían un conflicto por las extensiones de sus respectivos terrenos.
Pero sin dudas, una de las mediaciones más satisfactorias fue la que terminó con la firma de un acta de convivencia por parte de las familias criollas y gitanas del barrio Villa Dolores.
La clave:
Para los mediadores, la clave del éxito en la resolución de los conflictos es el diálogo y la información, y dan a la educación el papel central en la formación de una sociedad pacífica capaz de sostener acuerdos de convivencia.
En la provincia, este canal de comunicación tiene cierta trayectoria, la Asociación Misionera de Mediación funciona desde hace diez años. Ayudó a capacitar al personal del centro y este año, con el aval de la Universidad Nacional de Misiones, dicta un curso de extensionismo cívico vecinal en la Facultad de Humanidades.
En este marco, estuvo de visita, Irma “Quitita” Salinas de Neme, madrina del programa de extensionismo para la Argentina y fundadora de Favim (Familiares Víctimas Indefensas Mendoza).
En charla con El Territorio, Quitita evidenció, la necesidad de educar en valores ciudadanos: “Hay que educar a los habitantes para que sean ciudadanos. Esto quiere decir, conocer los derechos y obligaciones cosntitucionales”.
Y agregó, “cuando sos un ciudadano y conocés profundamente el mandato constitucional, no cometés infracciones que pueden dañar a los demás. A través de la educación se pueden prevenir actitudes negativas. Para que una sociedad más justa, más segura y más comprometida sea posible hay que poner el empeño en la formación ciudadana y sólo se logrará con políticas educativas que alienten la enseñanza de estos valores fundamentales desde el inicio de la vida escolar”.
Dónde asesorarse:
Subsecrataría de Relaciones con la Comunidad, Ayacucho 1670 casi Sarmiento, teléfonos 447614/ 447080.
Asoc. Misionera de Mediación, Córdoba 1455 casi 3 de Febrero, teléfono 436500.
(Fuente: territoriodigital.com)
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