Crecieron en un año 40% las mediaciones entre los vecinos.
Se trata de conflictos que buscan solución sin llegar a juicio. Este año, las cifras muestran ya un crecimiento similar, tanto de consultas como de casos con resultado efectivo. Lideran el ranking los litigios de consorcios.
La búsqueda de resolución de conflictos por vías alternativas sin llegar a la Justicia es una tendencia muy consolidada en muchos países. Ahora, la Ciudad de Buenos Aires parece estar acoplándose a ese camino: el servicio de mediación de la Defensoría del Pueblo porteña trató el año pasado un 40% más de casos que en 2006, y en lo que va del año viene mostrando un crecimiento similar, tanto de consultas como de casos que efectivamente se solucionan. Además, el sistema de arbitraje, la opción que le sigue a la mediación, trató en su primer año 62 expedientes.De acuerdo a lo informado por la Defensoría, el año pasado trabajaron con 454 casos, cuando en 2006 habían sido 323. "El crecimiento fue del 40%. Y en lo que va del año, comparado con los mismo meses de 2007, estamos también en ese porcentaje, por lo que estimamos que cerraremos 2008 también con un fuerte aumento de casos resueltos", afirmó Alejandro Grossman, jefe del servicio de Métodos Alternativos de Resolución de Conflictos.Por el lado de los tipos de reclamo, la categoría que mostró el mayor salto, y que también lideró el ranking, fue la de los conflictos en los consorcios, como filtraciones por humedad, problemas con los administradores, ruidos molestos y otros problemas de convivencia. El año pasado atendieron 262 casos, cuando en 2006 habían sido 195.En segundo lugar se ubicaron las disputas entre vecinos, también por filtraciones o problemas de medianera de todo tipo. De los 88 reclamos trabajados en 2006 se pasó a 135 el año pasado. En el tercer lugar entraron, repartidos, otros tipos de conflictos, como las quejas contra empresas de servicios, discusiones sobre alquileres de departamentos o reclamos por falta de rampas para discapacitados. En la Defensoría comentaron que notaron un incremento "los pedidos de los vecinos para intervenir en los conflictos ocasionados por la construcción de nuevos edificios y los perjuicios que ocasionan a quienes viven a lado de las obras, por los peligros que se corren por los desmoronamientos por los movimientos de tierra de las grandes maquinarias que se utilizan".El servicio de mediación de la Defensoría funciona desde 1994, pero se vio incrementado en los últimos años por una mayor difusión y por la apertura de tres nuevos centros de atención en Villa Luro, Colegiales y Parque Patricios.Además, la mediación tiene sus ventajas propias. Es un método gratuito, confidencial y veloz, en el que, si ambas partes de un conflictos acceden voluntariamente, el problema puede quedar resuelto con un acuerdo en pocas sesiones. Por otra parte, en la mediación se pueden tratar la mayoría de los conflictos de tipo vecinal o de derechos del consumidor: de hecho, el año pasado sólo el 1% de las consultas fue considerada "no mediable". La principal contra es que el cumplimiento del acuerdo alcanzado en el proceso no es obligatorio.Para aquellos casos en que la mediación no arroja resultados, desde hace un año la Defensoría tiene otro servicio: el arbitraje. Este sistema ya existía en otras instituciones, como la Bolsa de Comercio o algunos organismos de defensa de derechos del consumidor. ¿En qué consiste? Si luego de una mediación no hay resultados, y siempre que ambas partes accedan, la Defensoría nombra un árbitro, seleccionado de un padrón de abogados especializados. Luego, el proceso es similar al de un juicio: cada parte defiende su postura, y hasta se pueden presentar pruebas. No es necesario contar con un abogado, pero los involucrados pueden contratar uno si lo desean. Al terminar el proceso, el árbitro elabora un laudo, que tiene fuerza de fallo de primera instancia, es decir que se lo debe respetar sí o sí.La gran ventaja del arbitraje, comparado con un juicio común, es su celeridad: el mismo problema que en la Justicia puede tardar años en llegar a un fallo, en el arbitraje se resuelve en pocos días. De hecho, el promedio de solución de los expedientes es tres meses.En la Defensoría confían en que ambos servicios sigan creciendo. "La mediación está bastante consolidada, pero al arbitraje le falta más difusión, por ahora los casos llegan por el boca a boca. Aún falta que la gente y los propios abogados se acostumbren a que existe esta posibilidad y la aprovechen", consideró Alicia Pierini, titular de la Defensoría.
(Fuente: Clarín)
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