La mediación penal arranca en Guipúzcoa con un caso de robo en Zarautz
La acusada ha pedido perdón a la víctima que a su vez ha renunciado a posibles indemnizaciones
Una sentencia, que satisface tanto al dueño de un comercio que fue víctima de un robo como a la mujer que intentó sustraerle diez euros tras romper el cristal de su tienda de Zarautz, constituye el primer éxito de la mediación penal que recientemente acaba de comenzar a andar en Guipúzcoa.
Fruto de esta mediación, la acusada ha pedido perdón a su víctima y ha admitido los hechos que se le imputaban, lo que le ha permitido beneficiarse de una leve condena de seis meses de cárcel, que no cumplirá, ya que no tiene antecedentes penales y la pena impuesta es inferior a dos años.
Además, la víctima se ha sentido compensada por las explicaciones y el arrepentimiento expresado por la acusada, lo que le ha llevado a renunciar a las posibles compensaciones económicas que le correspondían por el robo y la rotura de la luna de la puerta de su establecimiento, circunstancia que también ha permitido aplicar a la procesada la atenuante muy cualificada de haber reparado el daño causado.
En el acuerdo ha desempeñado un papel sustancial el equipo de mediación judicial 'Bitarteko', un grupo de psicólogos que, junto a los abogados, se encargan de poner en relación al acusado y a la víctima en los casos de mediación para que ambos se involucren en el asunto y puedan llegar a un punto en común en el que, por lo general, el procesado reconoce los hechos y se compromete a reparar los daños causados.
Posteriormente, el fiscal y el juez dan forma judicial a este acuerdo, que queda plasmado en una sentencia como la del Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián que ha comenzado con este caso en Guipúzcoa el proceso de mediación penal, que también ha iniciado su andadura en Vizcaya y Álava.
Con este tipo de experiencias piloto, que se desarrollan asimismo en otros lugares como Madrid, Barcelona, Andalucía y Pamplona por impulso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), España pretende sumarse poco a poco a la normativa europea que insta a los Estados a introducir la mediación en los procesos penales.
Atención a la víctima
En Guipúzcoa los encargados de impulsar este sistema son la Fiscalía, la Audiencia Provincial, el Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián, el Juzgado de Instrucción número 4 de la capital donostiarra y el Juzgado de Instrucción de Bergara.
En declaraciones a Efe, el fiscal responsable de la mediación en Guipúzcoa ensalza las bondades de este nuevo sistema que, a su juicio, permite «humanizar» el funcionamiento de la Administración de Justicia para «dar más protagonismo» a los acusados y «especialmente» a las víctimas.
Este fiscal recuerda que en algunas ocasiones los perjudicados sufren un «doble perjuicio» al verse involucrados en un procedimiento judicial porque, además de sufrir «directamente» el delito, son víctimas del «olvido» que pueden sentir al ser considerados un testigo o un elemento de prueba más dentro del proceso, algo que no ocurre con la mediación penal.
«Mediante este nuevo sistema se pretende tener más en cuenta las necesidades de la víctima y darle la posibilidad de que intervenga y ponga de manifiesto sus inquietudes, a la vez que se facilita un acercamiento con el autor del delito», aclara el representante del Ministerio Público.
(Fuente: elcorreodigital)
Fruto de esta mediación, la acusada ha pedido perdón a su víctima y ha admitido los hechos que se le imputaban, lo que le ha permitido beneficiarse de una leve condena de seis meses de cárcel, que no cumplirá, ya que no tiene antecedentes penales y la pena impuesta es inferior a dos años.
Además, la víctima se ha sentido compensada por las explicaciones y el arrepentimiento expresado por la acusada, lo que le ha llevado a renunciar a las posibles compensaciones económicas que le correspondían por el robo y la rotura de la luna de la puerta de su establecimiento, circunstancia que también ha permitido aplicar a la procesada la atenuante muy cualificada de haber reparado el daño causado.
En el acuerdo ha desempeñado un papel sustancial el equipo de mediación judicial 'Bitarteko', un grupo de psicólogos que, junto a los abogados, se encargan de poner en relación al acusado y a la víctima en los casos de mediación para que ambos se involucren en el asunto y puedan llegar a un punto en común en el que, por lo general, el procesado reconoce los hechos y se compromete a reparar los daños causados.
Posteriormente, el fiscal y el juez dan forma judicial a este acuerdo, que queda plasmado en una sentencia como la del Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián que ha comenzado con este caso en Guipúzcoa el proceso de mediación penal, que también ha iniciado su andadura en Vizcaya y Álava.
Con este tipo de experiencias piloto, que se desarrollan asimismo en otros lugares como Madrid, Barcelona, Andalucía y Pamplona por impulso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), España pretende sumarse poco a poco a la normativa europea que insta a los Estados a introducir la mediación en los procesos penales.
Atención a la víctima
En Guipúzcoa los encargados de impulsar este sistema son la Fiscalía, la Audiencia Provincial, el Juzgado de lo Penal número 2 de San Sebastián, el Juzgado de Instrucción número 4 de la capital donostiarra y el Juzgado de Instrucción de Bergara.
En declaraciones a Efe, el fiscal responsable de la mediación en Guipúzcoa ensalza las bondades de este nuevo sistema que, a su juicio, permite «humanizar» el funcionamiento de la Administración de Justicia para «dar más protagonismo» a los acusados y «especialmente» a las víctimas.
Este fiscal recuerda que en algunas ocasiones los perjudicados sufren un «doble perjuicio» al verse involucrados en un procedimiento judicial porque, además de sufrir «directamente» el delito, son víctimas del «olvido» que pueden sentir al ser considerados un testigo o un elemento de prueba más dentro del proceso, algo que no ocurre con la mediación penal.
«Mediante este nuevo sistema se pretende tener más en cuenta las necesidades de la víctima y darle la posibilidad de que intervenga y ponga de manifiesto sus inquietudes, a la vez que se facilita un acercamiento con el autor del delito», aclara el representante del Ministerio Público.
(Fuente: elcorreodigital)
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