El hombre fue a averiguar cómo acceder a una mediación por un conflicto laboral. Le dijeron que primero tenía que hacer juicio. Estalló de ira y atacó a cuchilladas a la profesional y a su secretario, que quiso defenderla.
Herminio Cantero (59) llegó al edificio de Paraguay 643 junto a su abogada. Salió de allí solo y corriendo, tras un ataque de ira durante el cual mató a puñaladas a dos personas.Cantero y la mujer habían subido hasta el 6º piso y entraron a la oficina 602 de la abogada Marta Charaf, conciliadora laboral. Los atendió el secretario del lugar, Jorge Azcurrain (60) y los hizo sentar en la salita de espera. En el mismo departamento -ubicado a media cuadra de Florida, en el microcentro porteño- conviven dos estudios laboralistas y un ingeniero.Herminio llevaba una bolsa de papel madera. Cerca de las 15.10 -cuando Charaf lo hizo pasar a una salita de reunión- la llevó con él sin que a nadie le llamara la atención. Afuera quedaron Azcurrain, y otros tres clientes. Adentro, Cantero, su abogada y la abogada Charaf."Entonces el hombre contó que había sido injustamente despedido. Pero al parecer no había iniciado causa alguna así que Charaf le explicó que no podía hacer nada como mediadora hasta tanto él no comenzara acciones legales", explicó a Clarín una alta fuente del caso.Al parecer lo que detonó el ataque fue la palabra "juicio". Cuando la mediadora le dijo que debía iniciar un juicio Cantero metió la mano en la bolsa de papel, sacó una cuchilla de 20 centímetros con mango de madera y se le fue encima. Le dio al menos cuatro profundos puntazos que la mataron al instante.Al escuchar los gritos entró en su ayuda Azcurrain. Entonces el hombre fue por él. Le dio tres puntazos, el más profundo debajo de las costillas. El secretario sobrevivió unos minutos pero murió antes de que llegaran los médicos.Dejando a su propia abogada con un ataque de nervios, Cantero salió corriendo de la oficina. Justo en ese momento bajaba del ascensor un hombre que también tenía cita con Charaf.Al ver a Cantero desencajado blandiendo una gran cuchilla se asustó tanto que sólo atinó a bajar corriendo por las escaleras. Y lo hizo tan rápido que llegó a la plata baja antes que Cantero, que tomó el ascensor.Nerviosísimo, este cliente se encontró en la plata baja con el portero del edificio y con un policía de la Federal que hacía adicionales en el lugar y estaba, de uniforme, parado en el hall. Llegó a decirles lo que había visto justo cuando Cantero salía del ascensor. Cliente y policía se le fueron encima y en el forcejeo el cliente quedó herido en una mano. Pese al reguero de sangre que quedó en la vereda y en el hall, la herida no fue de gravedad y fue rápidamente trasladado al hospital Pirovano, donde le hicieron las primeras curaciones."El asesino quedó arrodillado, con la cabeza baja y las manos esposadas a la espalda. No dijo nada, ni se movió", contó a Clarín Fernando Alabern, empleado de una casa de alfombras ubicada a pocos metros del edificio donde ocurrió el doble crimen.Al llegar al lugar los policías de la comisaría 15ª -con jurisdicción en la zona- se encontraron con que la principal testigo contra Herminio Cantero era su abogada. Y su versión les sorprendió."Según ella, su cliente siempre le pareció un loco. Esta abogada sostiene que cuando trató de chequear los datos del empleador que lo había echado, no pudo hacerlo, porque en la empresa le negaron todo. Ella dice que lo acompañó porque Cantero la había amenazado con denunciarla", sostuvieron ayer fuentes de la investigación.De acuerdo a las fuentes con las que habló Clarín, ayer era la primera vez que Charaf veía a Cantero. "No había un conocimiento previo, ni una enemistad" aseguraron.El detenido estaba anoche en la comisaría 15ª, donde lo entrevistaban médicos legistas para ver si podía declarar.
(Fuente: Clarin)
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