14 noviembre 2006

0155 ONU - Argentina Uruguay - Conflicto Papeleras

El Embajador Español en la ONU iniciará la Mediación entre Argentina y Uruguay
El embajador Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, Representante Permanente de España en la ONU, llegará a Buenos Aires a mediados de esta semana, como paso previo a la «facilitación» del Rey en el conflicto bilateral que mantienen Argentina y Uruguay por la construcción de una fábrica de celulosa finlandesa en territorio uruguayo.
La misión de Yáñez, una vez que Don Juan Carlos aceptó en la XVI Cumbre Iberoamericana, la proposición del presidente, Néstor Kirchner, para que terciara en el conflicto, consistirá en, «tantear el terreno, analizar lo que hay en juego y evaluar con precisión la situación jurídica del contencioso, como medida previa a una acción más decidida», según confiaron fuentes oficiales.
En principio y a falta de cerrar el itinerario que previsiblemente incluye Montevideo, Yáñez llegaría el próximo jueves a Buenos Aires donde mantendrá entrevistas con funcionarios de alto rango del Gobierno y «no se descarta que con el propio presidente Néstor Kirchner», según reconocieron fuentes argentinas. Se estima que para entonces también estará en la capital argentina la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolotti.
Presión «rioplatense»
La funcionaria seguía ayer en Washington instrucciones de Kirchner, que a principios de semana envió una carta al Banco Mundial para que «suspenda» un crédito de 170 millones de dólares que tenía previsto conceder este jueves a la empresa Botnia. Esta planta, emplazada en Fray Bentos, Uruguay, frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú, es la causa del enfrentamiento ya que la española Ence, que llegó a realizar movimientos de tierra en esa misma ubicación, se trasladó comenzará a construir frente al Delta del Tigre argentino.
Picolotti viajó para reforzar la posición argentina con el argumento de: «Tenemos una oportunidad preciosa con la participación del Rey de España. Se abre una nueva etapa de diálogo que no debe estar condicionada por la financiación del proyecto sobre cuya legalidad aún debe pronunciarse la Corte de Justicia de La Haya».
La gestión de la funcionaria provocó hondo malestar en el Gobierno uruguayo que ha insistido esta semana en que está dispuesto a dialogar pero que la construcción de la planta de celulosa «no se negocia» porque, en palabras del ministro de Economía, Danilo Astori, «técnicamente quedó demostrado que no contamina», según demostró un informe del propio BM. Astori advirtió que el presidente Kirchner intentaba aprovecharse del Rey y calificó la conducta de «maniobra totalmente inaceptable (...) Peor imposible (...) Se está utilizando la figura del Rey Juan Carlos para intentar una demora absolutamente ilegítima».
Simultáneamente, en Washington, en la sede del Banco Mundial, la sangre casi llega al río. Según publicaba ayer el diario «Clarín», Alieto Guadagni, ex candidato al Ministerio de Economía argentino en la crisis del 2001, estuvo a punto de llegar a las manos con el representante en el BM de Uruguay, Marcelo Bisogno. «Casi se agarran a piñas. Fue horrible, esto se está poniendo feo», resumió un testigo. La chispa de la trifulca, según el diario, fue la injerencia de Argentina en el asunto del crédito. Ocurre que en el Consejo del Banco Mundial, Argentina representa en este momento a Uruguay, Perú, Chile, Bolivia y Paraguay. En uso de esa representación, que supuestamente debe defender los interés comunes de los países mencionados, el delegado argentino no sólo va a votar en contra de la concesión del crédito el jueves sino que «Kirchner dio órdenes de que no se mencione la posición uruguaya». Paraguay, Perú y Chile censuraron la posición de Buenos Aires.
Cambio de embajador
En este contexto, de entreguerra de papel, se enmarca la llegada de Juan Antonio Yáñez-Barnuevo a Buenos Aires. Se da la circunstancia de que el actual Embajador de España, Carmelo Angulo Barturen, está con las maletas hechas después de que Néstor Kirchner pidiera al Gobierno que lo apartará de este destino. Su sucesor, Rafael Estrella, ya tiene el placet concedido.
Con estos antecedentes, la intervención de Yañez, diplomático de 64 años, y veterano en procesos de paz como los de El Salvador y Guatemala resulta muy valiosa. «Fino jurista», como lo define un compañero de carrera, y ex jefe de Gabinete para Asuntos Internacionales de Felipe González, Yañez fue el encargado de coordinar la colaboración que presta España a los Tribunales Internacionales para la ex Yugoslavia y Ruanda. Asimismo, representó a España en los trabajos que dieron como fruto la creación de la Corte Penal Internacional. Precisamente en esa instancia, con sede en La Haya, es en la que se encuentra el conflicto que enfrenta a Argentina y a Uruguay por la construcción de la planta finlandesa de celulosa Botnia.
(Fuente:abc.es)

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