27 octubre 2008

0644 Córdoba - España - Entrevista a un mediador en acción

José Miguel Salinas Moya MEDIADOR EN EL CONFLICTO DE CUNEXT Y CAMIONEROS : "Lo más complicado fue recuperar la confianza, que se había perdido"

LUGAR DE NACIMIENTO MALAGA

EDAD 56 AÑOS.

TRAYECTORIA LICENCIADO EN DERECHO Y ECONOMISTA, FUE CONCEJAL, PRESIDENTE DE LA DIPUTACION, DIPUTADO DEL CONGRESO, CONSEJERO, VICEPRESIDENTE DE LA JUNTA Y PRESIDENTE DEL CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL DE LA UCO.

--Usted se convirtió en pieza clave de un conflicto, el de Cunext y los transportistas, que duró casi un mes. ¿Cómo asume uno esa responsabilidad?

--Yo creo que por esa parte, que nunca he dejado de tener, de la vertiente pública de mi actividad. Cuando las partes en conflicto expusieron a las administraciones su voluntad de que hubiera una mediación, a alguien se le ocurrió que en vez de ser alguien ligado directamente a la Administración, fuera alguien sin tener una responsabilidad pública directa. Así que por las personas que me lo propusieron y por el conflicto, que llevaba ya casi un mes, pues me fue muy difícil decir que no.

--Sí, pero también sería difícil decir que sí, porque era una patata bastante caliente ¿no?

--Sí. Era una situación incómoda. En el sentido de la obligación moral de alguien al que le piden ayuda sabiendo que las posibilidades de éxito son escasas. Era muy incómodo, porque decir que no era de un egoísmo impropio de una persona con vocación pública y decir que sí era asumir una responsabilidad a priori muy complicada.

--De partida, las posturas parecían irreconciliables.

--Sí, porque además veníamos de una huelga del transporte de gran dureza. Y porque además, este conflicto tenía una peculiaridad, que era que el contrato que unía a empresa y cooperativa era mercantil. Normalmente, los conflictos suelen ser laborales, en los que las dos partes tienen una relación por el derecho laboral, que es muy vinculante. Un contrato mercantil tiene un nivel distinto de relación.

--Un nivel distinto relacionado con la voluntad y la confianza, que había desaparecido ¿no?

--Eso es. Esa es una peculiaridad que ha estado presente. Porque parecían dos patas de un mismo banco y no es así. Este contrato tenía de particular una larga historia de cooperación entre ambas partes. Además, en la mediación había otra particularidad y es que normalmente, en los conflictos, cuando son laborales, la mediación conlleva arbitraje y al final se dicta un laudo que es de obligado cumplimiento. En este caso la mediación no era institucional, el arbitraje no tenía ese contenido jurídico, por tanto estaba basado en lo que hemos dicho de la confianza, que el árbitro tuviera credibilidad con las partes y pudiera llevarlas a un entendimiento voluntario.

--Todas esas circunstancias, por otro lado, hacen más atractivo el reto de la mediación ¿no?

--Claro, es que era tan peculiar el conflicto, con tantas singularidades, que quizás esto también ayuda a superarlo. Es decir, las partes se someten voluntariamente a un proceso donde tienen que desterrar parte de su desconfianza a través de una persona en la que se puede ir depositando determinados niveles de confianza y receptividad.

--Y para ponerse a trabajar y redactar el documento base, ha de sopesar y cribar las verdades de cada parte...

--En todos los conflictos hay una parte cuantitativa que aparentemente es el fondo de la cuestión: porcentajes, precio del combustible, etcétera, pero también hay una parte cualitativa más ligada a los sentimientos, que yo creo vital, basada en la pérdida de confianza de dos partes que han estado unidas desde hace mucho tiempo. Había que recuperarla no tanto en la parte del documento que se firmaba, sino para ver cómo se abordaba el futuro, que es lo que ahora tienen pendiente.

--Una vez recuperada la comunicación ¿ve posible cerrar ese nuevo acuerdo antes del 31 de diciembre? ¿Cree que hay ya la suficiente confianza?

--Hombre, yo creo que las dos partes tienen que hacer ahora un esfuerzo serio por fijar cuáles son sus expectativas y qué expectativas tiene la otra parte con respecto a ellos. En ese camino, el acuerdo de esta primera fase debe servir de acicate para la segunda. Creo que a lo largo de los días de negociación las partes empezaron a sopesar si había no solo ganas de cerrar el conflicto, sino futuro juntas. Yo creo que lo hay y debe haberlo...

--Pero quizás sin tanta dependencia entre ambos ¿no?

--Esa es la filosofía que he querido reflejar en el documento. Es decir, las cooperativas de transporte tienen que aprovechar esta oportunidad para plantearse estratégicamente su futuro. Buscarse más clientes y ahí creo que la Administración y las organizaciones empresariales tendrán que ayudar, a abrirse camino diversificando sus clientes, modernizando su gestión y su filosofía del transporte. Y la otra parte, Cunext, que tiene pleno derecho a no hacerse responsable de otra empresa de manera permanente, tiene también que dar la oportunidad de que esa diversificación que tiene respecto a los proveedores del transporte, llegue tan escalonadamente como sea posible la reconversión de la otra parte.

--¿En algún momento pensó en dejar la negociación?

--No. Yo pensé que mi responsabilidad terminaba cuando las partes me dijeran que no. En el momento en que ya no hubiera manera de sacarlo adelante.

--Hubo muchos momentos en los que el no estuvo más cerca que el sí ¿verdad?

--Sin duda alguna. Cuando se acepta una responsabilidad de este tipo no puede haber coartada mental de decir "como me han defraudado las partes, me voy". Hay que apurar hasta demostrar que existe voluntad. Y yo percibí que había voluntad de acuerdo, con muchas dificultades, pero había voluntad.
(Fuente: diario córboba)

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